domingo, 8 de abril de 2012

El año "Ah-Mah-Zing" de Penny

El año pasado a las networks les dio un venazo y se encargaron hasta 4 comedias de parejas. Como si fuera una moda de zombies o vampiros, se estrenaron Perfect Couples en la NBC, Traffic Light en FOX y Better with You y Happy Endings en la ABC. Ninguna de ellas tuvo el respaldo deseado del público, pero una consiguió sobrevivir y obtuvo una gran segunda oportunidad en el hueco que va después del monstruo de audiencias que es Modern Family. Supongo que ya sabeis que hablo de Happy Endings.

Este segundo año era la prueba de fuego para la comedia y sin duda ha cumplido. La clave ha sido desviarse de la premisa inicial y dar importancia en la dinámica de amigos que se reúnen en el Rosalita, un bar a camino de convertirse en el nuevo MacLaren's o Central Perk. Aquí la serie se convierte en la nueva y verdadera sucesora de Friends (dentro de lo posible), incluso por encima de una How I Met Your Mother que está distanciándose un poco y tirando por tramas más dramáticas (ya hablaré próximamente de ella). Pero lo importante de la serie son cada uno de estos amigos, aunque destaquen unos más que otros.

Brad Williams, Alex Kerkovich, Dave Rose, Penny Hartz, Jane Kerkovich y Max Blum
Como dueña y señora de la serie tenemos a la alocada Penny, de la cual hemos visto en toda la temporada un inmenso desfile de citas y novios destinados a ser el hombre de su vida. Éste iba a ser the year of Penny y lo ha sido, pero por las grandes tramas que nos ha brindado en cada episodio, a cada cual más hilarante y que nos muestra el gran potencial cómico de Casey Wilson. El otro gran personaje que destaca es Max, un homosexual muy bruto, con sobrepeso y que escapa a todos los estereotipos gays que existen en la ficción hasta tal punto, que Brad y Dave parecen más gays que el propio Max. Eso sí, por fin hemos podido ver su parte más romántica con Grant, aunque solo fuera unos pocos episodios. Y cuando ambos se juntan, nos regalan momentos inolvidables, como el disfraz de Hallowe'en o la carrera de parejas.

También tenemos a Brad y Jane, la pareja felizmente casada. Jane es la típica controladora compulsiva y Brad, simplemente es Brad. Me encanta su personaje y mi momento preferido de esta segunda temporada es suyo (véase el momento truco o trato del episodio de Hallowe'en). ¿El motivo? La expresividad de su cara (mejor dicho las caras que pone) y la voz de pito con la que habla de vez en cuando siempre me sacan una sonrisa en cada episodio. Un aplauso para Damon Wayans Jr.


Por último los personajes con menos gracia y que curiosamente sufren de éso que se podría llamar "síndrome de Ted" (pendiente de patente). Ellos dos son los protagonistas de la serie, los novios que se iban a casar en el piloto hasta que Alex se va con el patinador y deja a Dave plantado en el altar. El problema es que ellos dos son los más sosos y los secundarios acaban tomando el protagonismo. Ella, hermana de Jane, ha evolucionado al papel de tonta y él, vestido con sus camisetas de cuello de V, tiene aventuras variopintas con mujeres, pero sin la gracia que tienen las de Penny. Los dos actores con experiencia previa en dramas (ella como hija de Bauer en 24 y él como médico suicida en Flash Forward) seguramente son los que menos capacidad cómica tienen de todo el reparto, pero la coralidad que acaba teniendo la serie acaba por eclipsar estas limitaciones.

Sin duda, la decisión de renovarla por una segunda temporada fue todo un acierto de la ABC en los upfronts del año pasado y este año parece que tambien será renovada. Yo aquí esperaré impaciente a que llegue septiembre para seguir disfrutando de una de las mejores comedias que hay en emisión.

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