sábado, 13 de octubre de 2012

Nashville: La reina y la zorra country

La última gran propuesta de la cadena ABC se ha estrenado. Se trata de Nashville, un drama con tintes de country, el género musical por excelencia en la capital de Tennessee, que ha sido creado por la guionista de Thelma & Louise, Callie Khouri. Esta serie significa el regreso de Connie Britton a una network tras Friday Night Lights (American Horror Story es de cable) y la vuelta a la televisión de la animadora más famosa, Hayden Panettiere (Heroes). Pese a no entusiasmar, me ha gustado y tiene potencial para ser algo bueno.

La premisa nos sitúa en Nashville (como bien indica el nombre), donde Rayna James es la reina del country. Sin embargo, su estrella empieza a desvanecerse cuando no mueve las masas como lo hacía antes. Para evitar caer en el olvido, no tendrá más remedio que compartir gira como telonera de la joven estrella ascendente Juliette Barnes, quien hará cualquier cosa con tal de reemplazar a Rayna en el trono. Alrededor de estas dos artistas no faltan tramas musicales, familiares, amorosas e incluso políticas.


Las dos protagonistas absolutas son Rayna James (Connie Britton) y Juliette Barnes (Hayden Panettiere). La primera es la reina del country que no quiere bajarse del trono, pese a que esté perdiendo el fuelle que tenía antes. Aunque es una mujer decidida, en un abrir y cerrar de ojos ve como le atacan millones de problemas, entre ellos la amenaza de que Juliette la eche del trono de una patada. El personaje de Hayden es una ZORRA. Con mayusculas. No dudará en usar la mentira y sus armas de mujer para llegar a la cima, algo que contrasta con el desastre familiar que tiene con su madre yonki.

Los demás personajes son algo típicos y no es nada que no hayamos visto antes. Teddy Conrad (Eric Close) es el marido de Rayna y vive a su costa hasta que su suegro Lamar Wyatt (Powers Boothe), odiado por la cantante, le mete en la política como candidato a la alcaldía contra Coleman Carlisle (Robert Wisdom), un buen amigo de la reina del country. En el lado musical tenemos a Deacon Clayborne (Charles Esten), guitarrista y compositor fiel a Rayna pero que es seducido por Juliette para que cambie de bando. La sobrina de éste es Scarlett O'Connor (Clare Bowen), una camarera escritora de poesías que acaban siendo canciones que sale con Avery Barkley (Jonathan Jackson), un compositor con pintas de chico malo, pero que también atrae y gusta al músico Gunnar Scott (Sam Palladio). Por último tenemos a Watty White (J.D. Souther), una leyenda del country y consejero de Rayna. Una gran cantidad de personajes y eso que solo he contado a los principales, obviando al productor Randy y a la hermana de Rayna, Tandy.


El piloto, además de presentar muy correctamente la gran cantidad de personajes, acaba un poco saturado de frentes abiertos. Cada personaje abre 2 o 3 tramas, las cuales irán avanzando simultáneamente, lo que puede hacer que a priori nos liemos con tantas cosas en un solo episodio. Si buscamos semejanzas podríamos compararla con la revelación de la pasada temporada, Revenge, por el toque culebronesco que acaba adquiriendo y la alta velocidad a la que pasa todo. Con Nashville se puede llegar a disfrutar mucho, solo el tiempo dirá si el nivel de zorrismo se mantiene para bien o acaba convirtiéndose en una serie sin atractivo. Mención especial a la música, ya que las canciones son originales (como en Smash) y están haciendo que me empiece a gustar el country. 'Love Like Mine' es un ejemplo.

Respecto las tramas, la lucha de gatas entre Rayna y Juliette será la que más importancia tenga, sin despreciar la carrera a la alcaldía de Teddy con ayuda de Lamar, los engaños amorosos de Juliette y su situación familiar, el triangulo amoroso Avery-Scarlett-Gunnar y las carreras profesionales de cada uno o la fidelidad (o no) de Deacon, por citar algunos ejemplos. Aburrirnos está claro que no nos vamos a aburrir. 

Parece que el género culebronesco nos tiene preparado otro buen producto esta temporada a falta de los estrenos de Red Widow e Infamous, previsiblemente en mid-season. Seguiré con ella por la esperanza que tengo a que me enganche tanto como la venganza de Emanda, pese a que este piloto no haya sido tan bueno como lo fue aquél. Un "guilty-pleasure" no tan guilty acompañado de buena música country.

NOTA:

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